BICENTENARIO COLEGIO CALASANZ GANDÍA (VALENCIA) - 2007
El presente curso vivirá el Colegio de Gandía la gozosa efeméride de su bicentenario. Para celebrar como se merece tal acontecimiento se están preparando una serie de actos de los que daremos cumplida información. Las Escuelas Pías se hicieron cargo del colegio el día 17 de marzo de 1807.
El Colegio sufrió ciertas dificultades durante la época de la Guerra de la Independencia (1808-1812) al ser convertido parcialmente en cuartel del ejército napoleónico. Posteriormente una parte de sus dependencias se habilitó para Academia Militar, cuartel de la Guardia Civil y actividades comerciales. La desamortización de 1835-36 no lo afectó por su condición de escuela pública.
A lo largo del siglo XIX, aplicando los sucesivos planes oficiales, el Colegio siguió con su característica organización pedagógica escolapia. La época de la Restauración, desde 1876, abrió nuevas posibilidades educativas, entre otras razones por las nuevas tendencias, como la Institución Libre de Enseñanza, y por la venida a España de congregaciones religiosas dedicadas a la educación. En Gandia, despacio, se introdujeron algunas mejoras como los laboratorios, un museo didáctico, nuevos textos y más atención a las materias científicas.
Plenamente consolidado el Colegio con una media de 500 alumnos, sufrió, como todos los centros católicos, el enfrentamiento ideológico del primer tercio del siglo XX que trajo a la II República. En aplicación de la nueva legislación, el Colegio se transformó en “Colegio Gomar” a partir del curso 1933-34, integrado en “La Mutua Escolar”, dirigida por laicos católicos. En el mes de marzo de 1936 los escolapios fueron expulsados y durante la guerra civil fueron asesinados algunos. El edificio, durante la guerra y también después, fue convertido en prisión.
La difícil recuperación del edificio para escuela, produjo una breve estancia en algunas aulas del extinguido instituto público (actualmente Ausiàs March). En 1942 se pudo volver a los locales propios y el Colegio fue recuperando su fisonomía e incluso aumentó y mejoró en instalaciones y alumnado.
La restauración democrática trajo cambios importantes en el terreno educativo. El Colegio se adaptó a las nuevas leyes y fue pionero en la introducción del valenciano en el sistema escolar, de tal manera que en 1991 fue autorizado a tener una línea de enseñanza en valenciano. Desde1984 se introdujo la coeducación.
En los años 90 del siglo pasado se llevó cabo un ambicioso programa de restauración del edificio. De acuerdo con el Ayuntamiento se creó una Fundación, la cual, con la ayuda de varias instituciones públicas, incluso europeas, llevó a término la completa restauración del edificio. La urbanización y peatonalización del entorno ha realzado todavía más el histórico edificio, que, además de continuar con el colegio de las Escuelas Pías, es también la sede de la UNED y del Centro de Formación de Personas Adultas. Reinstaurado el Bachillerato desde el 1989, el Colegio tiene actualmente seis aulas de Educación Infantil, doce de Primaria, nueve de Secundaria y cuatro de Bachillerato, con un total de 900 alumnos. El centro cuenta con un comedor de media pensión, un gimnasio, instalaciones deportivas, etc. La formación religiosa, además de las clases, tiene un amplio programa pastoral con actividades extraescolares voluntarias. La Asociación de Padres de Alumnos colabora en el buen funcionamiento del Centro. El Claustro de Profesores, con el Personal de Administración y Servicios, constituye un equipo bien preparado para garantizar la buena formación de los alumnos. El impacto social del Colegio a lo largo de dos siglos ha sido profundo en Gandia y su comarca. Profesionales, trabajadores, maestras, escritores, comerciantes, religiosos, etc. testimonian la potente orientación educativa del centro. A guisa de ejemplo, por referir sólo sus frutos en el campo religioso, podemos mencionar los antiguos alumnos siguientes: Cardenal Sanz y Forés, beatos mártires Carmel Bolta y Carles López Vidal, el cofundador de la Leprosería de Fontilles, Joaquín Ballester, los escolapios J. Felis, Carlos García, F. Garrigós, los más de 200 sacerdotes y religiosos...
La Iglesia, la Ermita de Santa Ana y el arte Desde los inicios de la fundación del Colegio la iglesia de la antigua Universidad, unida físicamente al edificio escolar, se constituyó en un activo centro religioso, no sólo por sus actos litúrgicos, sino también como sede de varias actividades que fomentaban la piedad de los alumnos y de los fieles. Así se fundaron varias cofradías, sobre todo de Semana Santa (la Cruz, San Pedro); se fomentaron devociones (Virgen de los Desamparados, San José de Calasanz, Santa Teresa de Lisieux, San Tarsicio), etc. Este movimiento religioso también ha producido buenos frutos artísticos en pintura (Espinosa, Domingo, Amérigo, Llorens Cifre, López Rancaño, Alex Alemany, Costa, etc.) y escultura (Bayarri, Rubio, Grafiá, Sanjuán, etc.). La iglesia, restaurada tras la Guerra Civil, es de planta de cruz latina, con notoria importancia del altar mayor, de nave única con capillas laterales y cúpula. A los pies de la nave más recientemente se construyó una capilla de la comunión. La Ermita de Santa Ana, próxima a la ciudad, fue encomendada a las Escuelas Pías, con unas pocas tierras, desde los años de la fundación. Su origen es posiblemente del siglo XIV, como la imagen de la santa titular. En siglo XVIII fue totalmente rehecha y ensanchada. Tiene interesantes muestras de cerámica decorada en los zócalos de la ermita y sacristía. Una reciente restauración le ha vuelto su carácter artístico y espiritual (celebraciones dominicales, Navidad con el canto de la Sibila, Semana Santa, fiesta de Santa Ana, etc.) y cultural (biblioteca-archivo).
0 Comments:
Post a Comment
<< Home