14 de noviembre de 2006
Estimados Superiores Mayores
En primer lugar, queremos agradecerles el cuidado y afecto que han puesto en la selección de fotografías y en el material enviado para la concepción de lemas y redacción de leyendas para integrar a nuestro Anuario 2007. Somos concientes de los trabajos y dificultades que han tenido para seleccionar unos pocos momentos dentro de un continuo tan rico de experiencias y vivencias. También de lo que representa detenerse a reflexionar sobre sí mismos, sobre el estado de situación de vuestra demarcación, sobre los asuntos acuciantes, los logros, las aspiraciones, los sueños y al fin, vuestra sensibilidad y creatividad para intentar plasmar todo esto en un lema. En muchos casos, los hemos acompañado en esa tarea, contestando vuestras consultas, ayudándolos a elegir entre tantas imágenes significativas, proponiendo leyendas conceptuales, dotando de organización al conjunto de fotografías, creando lemas, etcétera, etcétera. Esperamos haber sido dignos de semejante confianza.
La experiencia es siempre buena maestra y esta nueva edición, según nuestro punto de vista, superará en muchos aspectos a la correspondiente al 2006. Tomando en cuenta vuestros comentarios, sugerencias y apreciaciones, hemos trabajado con dedicación sobre el diseño, hasta encontrar una propuesta, que siguiendo los lineamientos del anuario 2006 y cumpliendo con los cometidos comunicativos, brindara aún un mayor deleite estético, elevando el espíritu del lector.
Gracias a tanta generosidad y a tantos esfuerzos conjugados, hoy podemos anunciar con alegría que estamos ya en la etapa de corrección final de las pruebas de página, con los originales a punto de entrar en imprenta. Y por tanto, es hora de hablar de estrategias de distribución y de número de ejemplares. Hablar de número de ejemplares es pensar en las personas que serán destinatarias de nuestro Anuario 2007.
Primero hemos pensado en los más allegados, nuestros familiares, los laicos que con constancia y compromiso trabajan día a día junto a nosotros, sin olvidar a aquellos que son nuestra razón de ser, nuestros niños y jóvenes.
Pero, como hemos convenido, son tiempos en los que la Orden busca abrirse al mundo para compartir y difundir su misión; y nuestro Anuario 2007 bien podría ser antesala del encuentro. En él, nos presentamos todos y cada uno de nosotros, no sólo a través de los párrafos que, en la introducción, explican quiénes somos y cuál es nuestra misión, sino a través de esas imágenes que muestran los aspectos más destacados del último año: metas, objetivos y logros cumplidos o afianzados en cada una de nuestras demarcaciones: ordenaciones y/o profesiones solemnes, obras populares, trabajos de pastoral y vocaciones; el carisma educativo y las obras de frontera; el trabajo directo con los pobres; nuestra variada misión, nuestras Misiones...
Abrirnos es compartir con otros el lema calasancio de “piedad y letras”, la obra de nuestras Escuelas Pías. Por ello, al pensar en los destinatarios de nuestro Anuario 2007 en vuestra demarcación, os pedimos que penséis en todos los maestros y profesores de vuestras escuelas y colegios, en todas las familias de vuestros alumnos, en las autoridades eclesiales de vuestra demarcación, en los decanos de las universidades católicas, en los bibliotecarios de dichas universidades y en los de los seminarios, en los laicos o religiosos seculares que trabajan en organizaciones católicas. También que consideréis a los comunicadores de medios católicos: prensa barrial, local, regional, nacional, radios y televisión. E, incluso, que tengáis en cuenta a aquellos comunicadores que sin trabajar en medios católicos, tengan o hayan tenido un acercamiento con nuestra fe. Muchos de nuestros ex alumnos que hoy soy líderes de opinión en diversos sectores. Donde lo encontréis pertinente, pensad también en acercar nuestro Anuario a las autoridades de las otras religiones, porque conocernos nos acerca.
Por último, pensamos en nosotros mismos, los escolapios, en nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas, juniores y especialmente jóvenes vocacionables.
Hemos insistido en que el Anuario no es para nosotros sino “sobre nosotros”, pero sabemos que vernos a nosotros mismos y conocer lo que han vivido los escolapios en cada punto del planeta, nos ayuda a fortalecer la conciencia de nuestro carisma, a reforzar el sentimiento de pertenencia, y por ende, a estimular la participación de todos en el diario quehacer de nuestra Orden.
El año próximo festejaremos juntos el 450 aniversario de S. José de Calasanz. En su homenaje organizaremos actividades de muy diversa índole, celebraciones en las que querremos estar acompañados. Aprovechemos la oportunidad que esta fecha nos brinda para permitir que los demás se acerquen a nosotros, para que, de algún modo, puedan integrarse a la familia escolapia. Pero brindémosles antes el Anuario 2007, como carta invitación. Además, ya estamos preparando, desde la Congregación General, diversos materiales de difusión sobre la figura y la obra de S. José de Calasanz, el primero de los cuales será un folleto que os haremos llegar a inicios del año próximo, para que podáis, al distribuirlo, reforzar los lazos creados hacia fuera de vuestra comunidad.
Estimados SS.MM., es el momento de pensar en nuestros destinatarios. Es el momento de pensar en el número de ejemplares que, para cada, demarcación, entrarán a imprenta. Esto significa que todavía hay una semana de plazo para quien quisiera aumentar el número de ejemplares.
Un abrazo,
Julio César
